DETECTAR LA DISLEXIA

Detectar la dislexia antes de desarrollarla

La dislexia podría detectarse incluso antes de que los niños aprendan a leer. Según un equipo de investigadores de EEUU, su actividad cerebral muestra algunas diferencias fáciles de captar por resonancia magnética y así lo confirman en un artículo publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.
Ya se sospechaba que este tipo de problemas de aprendizaje de la lectura y la escritura “seguramente tienen alteraciones neurobiológicas y funcionales a nivel cerebral (temporal o frontal)”, aclara Gustavo Lorenzo, neurólogo infantil del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Los resultados de esta investigación, realizada en el Hospital Infantil de Boston, suponen un nuevo apoyo a esta teoría.
Después de hacer resonancias magnéticas a 36 niños (con una edad media de cinco años) mientras decidían si dos palabras comenzaban con el mismo sonido, los autores de este trabajo observaron que los que tenían historial familiar de dislexia mostraban menos actividad metabólica en algunas zonas cerebrales.
Concretamente, en las uniones entre los lóbulos occipital y temporal y en los lóbulos temporal y parietal. Lo que indica, asegura la principal autora de la investigación, Nora Raschle, es que “la capacidad del cerebro para procesar los sonidos del lenguaje es deficiente, incluso antes de que estos niños aprendan a leer”. Por el contrario, quienes presentaban una alta activación en esta región cerebral, tenían mejores habilidades lectoras, como la rima, el conocimiento de las letras y sus sonidos.
Para Raschle, este hallazgo una buena noticia: “La identificación precoz de los niños que probablemente desarrollen dislexia puede ayudar a reducir las consecuencias negativas a las que se enfrentan desde el punto de vista social y psicológico”. A lo largo del artículo recuerda que muchos estudios han demostrado que los afectados suelen tener malas experiencias en la escuela, son calificados como perezosos o desmotivados, y su frustración a veces conlleva comportamientos impulsivos y antisociales, además de un mayor riesgo de abandonar el colegio.
Una aplicación muy positiva que requiere cierta prudencia. “Es muy difícil determinar con exactitud qué áreas están afectadas. El cerebro es muy complejo”, matiza el doctor Lorenzo. Además, agrega, “hay que tener en cuenta que quizás esa reducción de actividad metabólica en determinadas zonas cerebrales no se deba a una posible dislexia sino a que el niño aún no ha desarrollado dicha área (y la puede desarrollar después)”. A esas edades, en el transcurso de un año, las diferencias madurativas son importantes y no significan un problema. Para entenderlo mejor, “puedes hablar con dos o tres años, pero se considera normal no hacerlo hasta los cuatro”.
En definitiva, “hasta que no llega el momento de poner en práctica la habilidad de la lectura y la comprensión (a los seis años, aproximadamente), no se puede hacer nada. Sólo entonces, se recomienda un apoyo continuo en la etapa escolar de rehabilitación y trabajo específicos para ayudar al afectado”, argumenta el neurólogo español. Después, cuando sea adulto, “será consciente de esta dificultad y sabrá que tiene que dedicar más tiempo, atención y esfuerzo, como cuando lees en inglés y no eres bilingüe. Sabes que tienes que ir más despacio”.
Se calcula que entre el 5% y el 17% de los pequeños tiene dislexia, es decir, problemas con la lectura, la mala ortografía, dificultad para reconocer palabras con fluidez y para comprender lo que leen. Los que vemos en la consulta de neurología, afirma el doctor Lorenzo, “además de dislexia tienen otros problemas, sobre todo de atención e hiperactividad y por eso les mantenemos en tratamiento farmacológico”. Pero la dislexia aislada sólo requiere trabajo, rehabilitación y constancia, “no para curar sino para evolucionar”.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/01/24/neurociencia/1327389452.html

APRENDIZAJE COOPERATIVO

Dicen que la sociedad en estos últimos años ha cambiado muy rápido, las ciudades, los trabajos, la forma que tenemos de relacionarnos...cambiamos rápidamente de pareja, de empresa y de forma de vestir, todo cambia, nos relacionamos por watsapp, y los niños en lugar de bajar a jugar a la calle, se conectan a un servidor online desde su playstation y de esta manera se "relacionan" y "juegan".
Me pregunto sin embargo si la forma de dar clase ha cambiado, y no hablo de que los maestros ya no pegan a los niños y de que hoy día hay pizarras electrónicas y un orientador por cada instituto, me refiero al sistema de enseñanza, de una manera más profunda.
Hoy día los niños, siguen sentados en sus pupitres, de una manera pasiva. El profesor llega a una clase y "explica" la lección del día. Tras unos días, los alumnos se examinan, unos aprueban y otros no, ya tenemos a los mejores y a los peores etiquetados. Gracias a una prueba, que demuestra bien poco.
Por otro lado está el comportamiento! no vaya a ser! lo importante, no es sólo sacar buenas notas! HAY QUE PORTARSE BIEN!!!
De esta manera aparece el "niño bueno", aquel niño, que aunque no es brillante, se porta bien en clase, ha de entenderse como buen comportamiento el estar sentado durante unas 6 horas al día en una mesa en silencio,(parece fácil, pero estamos hablando de niños!!) y sin relacionarse con sus iguales en todo ese tiempo, puedes sacar buenas notas, o no, pero si estas callado y con la cabeza agachada, no tienes mal comportamiento. Es el perfecto futuro oficinista, cambiamos las 6 horas por 8 y mantenemos la silla y la mesa, cambiamos el cuaderno y el boli por un ordenador y la hora del recreo por un vips y unos fantásticos cheques gourmet. back office de calidad, aburrido en su trabajo, (al igual que lo estaba en clase)pero sin molestar, sin protestar, no vaya a ser, que tal como están las cosas....
Luego está el buen alumno, o excelente, al igual que el primero es capaz de aguantar 6 horas sentado en silencio y además sacar "buenas notas". Ya tenemos al perfecto ejecutivo. Tiene éxito en los exámenes, es bueno estudiando y con esta competitividad en que se basa el sistema educativo,  y que le estamos inculcando ya tenemos un futuro tiburoncillo laboral, "hay que llegar a más"
Nos queda a grandes rasgos y no menos importante...el mal alumno, habla constantemente, "molesta" a sus compañeros, se aburre, no trae los deberes, y que casualidad, saca "malas notas", es malo, menudo futuro le espera!!
¿Recordáis la creatividad? ¿qué es eso? ¿cómo se fomenta? ¿para qué sirve?
Bah!! con plástica ya tienen bastante, además que más quieren de creatividad si tienen 12 colores Alpino y una flauta!

Todo este simplismo, no tiene porque ser representativo de la  escuela, sería una estupidez pensar así, pero no quiere decir, que lo escrito anteriormente sea mentira, era sólo una manera de plantear e introducir el "aprendizaje cooperativo" una forma diferente de dar clase.

En un entorno de aprendizaje cooperativo los niños no trabajan para sacar buenas notas, trabajan para su grupo, se explican entre ellos diferentes temas, y exponen a sus compañeros lo que aprenden, todos reciben la misma nota, el profesor deja de sentenciar, para comenzar a "tutelar" a orientar y a supervisar como trabajan los alumnos, no es algo utópico es simplemente un modelo de aprendizaje poco utilizado. Los grupos los forma el profesor, y los alumnos, en lugar de ser una parte pasiva en el aprendizaje, que sólo recibe información durante la clase, se convierten en una parte activa, en un eslabón indispensable, para que sus compañeros aprendan, de esta manera adquieren responsabilidades dentro de su grupo, y son conscientes que de su trabajo, dependerá la nota de todos son compañeros.
Para más info sobre el aprendizaje cooperativo:
Wikipedia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Aprendizaje_cooperativo